Jaén
Arte
Mudéjar
El arte mudéjar es un estilo artístico que se desarrolla en los reinos
cristianos de la península ibérica, pero que incorpora influencias, elementos o
materiales de estilo hispano-musulmán, es la consecuencia de las condiciones
de convivencia existente de la España medieval y se trata de un fenómeno
exclusivamente hispánico que tiene lugar entre los siglos XII y XVI, como mezcla de las corrientes
artísticas cristianas (románicas, góticas y renacentistas) y musulmanas de la época y que sirve de
eslabón entre las culturas cristianas y el islam.
Iglesia
de San Bartolomé
La historia de la
construcción de la Parroquia de San Bartolomé no cuenta con el dato fijo que
permita precisar cuando tuvo lugar el comienzo. Podemos aventurar la hipótesis
de que la evolución temporal del edificio fuera de larga duración y que el
primitivo proyecto se viera adulterado con las nuevas corrientes estéticas del
siglo XVI.
Alrededor de 1550 hay conocimientos de que las obras estaban bajo la dirección de los Castillo. Una familia de canteros jienenses. Francisco del Castillo, el Viejo, es el nombre es el nombre del primero de estos que conocemos actuando en San Bartolomé. Después de 1556, será Francisco del Castillo, el Mozo, hijo del anterior quien se haga cargo de la construcción como sucesor de su padre. Este fue quien dio un nuevo ritmo estético al conjunto goticista adulterándolo con exhibiciones del más elegante manierismo italiano.
Bernabé de Lorca y Benito del Castillo serían los responsables de dar fin al conjunto.. el interior ya estaba construido en 1596.
Desde su definitiva terminación la obra se ha visto poco adulterada, sólo se le añadió la capilla sacramental y sufrió una restauración en el siglo XVIII.
Alrededor de 1550 hay conocimientos de que las obras estaban bajo la dirección de los Castillo. Una familia de canteros jienenses. Francisco del Castillo, el Viejo, es el nombre es el nombre del primero de estos que conocemos actuando en San Bartolomé. Después de 1556, será Francisco del Castillo, el Mozo, hijo del anterior quien se haga cargo de la construcción como sucesor de su padre. Este fue quien dio un nuevo ritmo estético al conjunto goticista adulterándolo con exhibiciones del más elegante manierismo italiano.
Bernabé de Lorca y Benito del Castillo serían los responsables de dar fin al conjunto.. el interior ya estaba construido en 1596.
Desde su definitiva terminación la obra se ha visto poco adulterada, sólo se le añadió la capilla sacramental y sufrió una restauración en el siglo XVIII.
La Iglesia se encuentra hacia
la mitad de la calle de la Corredera de San Bartolomé, en Andújar. Es un
edificio prácticamente exento.
Interiormente presenta una planta de tipo basilical, de tres amplias naves, prolongándose la central con cabecera plana. Transversalmente se divide en cinco tramos, de los cuales el que hace de transepto es algo más ancho que los restantes. Lleva coro alto a los pies ocupando todo el espacio último de la nave central. Los pilares separadores de naves que soportan el bovedaje, son de corte cuadrangular con ondulaciones cruciformes de arista aguda. Estos soportes encuentran correspondencia en los medios, que están sobre los muros, apoyando directamente en los estribos internos, los cuales quedan camuflados en parte entre las capillas laterales.
Esta forma de construcción de tendencia románica imposibilita la apertura de grandes vanos, dando como consecuencia un aspecto a los muros de gran pesadez y escasa luminosidad interior. Las naves cubren a distinta altura, con ojivas estrelladas en la zona central y transepto y de simple cruce en las restantes. La central del transepto es circular sobre pechinas y se adorna con rica decoración de estucos. La del tramo anterior es vaída, decorada con yesos policromados.
La iglesia tiene varias capillas que abren a las naves laterales. En la nave de la Epístola, y con acceso por el centro del tramo superior, encontramos la sacristía, con una interesante portada labrada en piedra, con arco carpanel entre columnas abalaustradas. En el interior, el cuerpo de la sacristía, rectangular, cubierto de artesonado de madera de canes y sostenido en su centro por una columna de piedra de orden toscano.
Al exterior el templo muestra sus tres fachadas que dan a la vía pública más aquella de la cabecera que sólo es perceptible desde los patios de las dependencias adyacentes al templo.
La fachada sur muestra la correspondiente al edificio de la sacristía, con dos plantas y tres vanos en cada una. La portada está formada por un arco apuntalado dentro de otro conopial, con adornos de cardinas, dos hornacinas con doseles, todo ello enmarcado de pináculos.
La fachada de los pies, traduce la forma de su cubrición a dos aguas. Tiene sencillo rosetón en su eje axial proseguido en su parte inferior de puerta, también conopial con el escudo prelaticio del obispo de Jaén, don Iñigo Manrique.
En la fachada norte, encajada entre los volúmenes de las capillas laterales, encontramos la portada septentrional. Es también de vano conopial flanqueado por pináculos.
De todos los exteriores lo más sobresaliente es el orden artístico de la torre, concebida en unidad con la Capilla Mayor. Es de tres cuerpos de sillares sobre planta cuadrada. El cuerpo bajo se hace estancia. El segundo cuerpo se marca al exterior por cornisa y en sus cuatro fachadas lleva arcos de medio punto. El cuerpo de campanas es ochavado, con vanos de medio punto en los lados que no hacen esquina.
Interiormente presenta una planta de tipo basilical, de tres amplias naves, prolongándose la central con cabecera plana. Transversalmente se divide en cinco tramos, de los cuales el que hace de transepto es algo más ancho que los restantes. Lleva coro alto a los pies ocupando todo el espacio último de la nave central. Los pilares separadores de naves que soportan el bovedaje, son de corte cuadrangular con ondulaciones cruciformes de arista aguda. Estos soportes encuentran correspondencia en los medios, que están sobre los muros, apoyando directamente en los estribos internos, los cuales quedan camuflados en parte entre las capillas laterales.
Esta forma de construcción de tendencia románica imposibilita la apertura de grandes vanos, dando como consecuencia un aspecto a los muros de gran pesadez y escasa luminosidad interior. Las naves cubren a distinta altura, con ojivas estrelladas en la zona central y transepto y de simple cruce en las restantes. La central del transepto es circular sobre pechinas y se adorna con rica decoración de estucos. La del tramo anterior es vaída, decorada con yesos policromados.
La iglesia tiene varias capillas que abren a las naves laterales. En la nave de la Epístola, y con acceso por el centro del tramo superior, encontramos la sacristía, con una interesante portada labrada en piedra, con arco carpanel entre columnas abalaustradas. En el interior, el cuerpo de la sacristía, rectangular, cubierto de artesonado de madera de canes y sostenido en su centro por una columna de piedra de orden toscano.
Al exterior el templo muestra sus tres fachadas que dan a la vía pública más aquella de la cabecera que sólo es perceptible desde los patios de las dependencias adyacentes al templo.
La fachada sur muestra la correspondiente al edificio de la sacristía, con dos plantas y tres vanos en cada una. La portada está formada por un arco apuntalado dentro de otro conopial, con adornos de cardinas, dos hornacinas con doseles, todo ello enmarcado de pináculos.
La fachada de los pies, traduce la forma de su cubrición a dos aguas. Tiene sencillo rosetón en su eje axial proseguido en su parte inferior de puerta, también conopial con el escudo prelaticio del obispo de Jaén, don Iñigo Manrique.
En la fachada norte, encajada entre los volúmenes de las capillas laterales, encontramos la portada septentrional. Es también de vano conopial flanqueado por pináculos.
De todos los exteriores lo más sobresaliente es el orden artístico de la torre, concebida en unidad con la Capilla Mayor. Es de tres cuerpos de sillares sobre planta cuadrada. El cuerpo bajo se hace estancia. El segundo cuerpo se marca al exterior por cornisa y en sus cuatro fachadas lleva arcos de medio punto. El cuerpo de campanas es ochavado, con vanos de medio punto en los lados que no hacen esquina.
Arte
Gótico
Arte gótico es la denominación historiográfica del estilo artístico que se desarrolló en Europa
occidental durante los últimos siglos de la Edad Media,
desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para
Italia), y bien entrado el siglo XVI en
los lugares donde el Gótico pervivió más tiempo. Se trata de un amplio período
artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente.
Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos
diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más
puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de Provenza), más
horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge
uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán), con peculiaridades locales
en Flandes, Alemania, Inglaterra y España.
Palacio
de Jabalquinto
El Palacio de Jabalquinto es
actualmente Sede Internacional de la Universidad Antonio Machado.
Esta
hermosa construcción, de finales del siglo XV, constituye uno de los máximos
exponentes del estilo gótico isabelino, estilo que se manifiesta,
principalmente, en la fachada de los edificios.
La de este palacio se encuentra
profusamente decorada con puntas de diamante, mocárabes, lazos, escudos, etc.
También se pueden apreciar influencias mudéjares.
Queda rematada por cinco arcos de
medio punto de época renacentista, estilo al que también pertenece el mirador
con antepecho. A esta profusa decoración contribuyen los ocho escudos “a la
valona” (al estilo flamenco); así como los dos contrafuertes cilíndricos
abiertos en mocárabes y coronados por antepechos similares a los de las
ventanas, que enmarcan la fachada.
La puerta de entrada, centrada y
enmarcada por pináculos góticos, está formada por un arco conopial muy rebajado
sobre el que trepan catorce figurillas humanas.
El patio, que data
de finales del siglo XVI, es renacentista, si bien apunta ya al barroco; es de
doble arcada, con columnas de mármol. La escalera, sin embargo, ya es
plenamente barroca; está cubierta por una bóveda de media naranja, y destaca en
ella la decoración de balaustres, volutas, etc. barrocos.
La Catedral
Gótica
Se reconstruyó la catedral a partir de 1494, bajo el mandato del obispo Luis Osorio
de Acuña, debido a la inconsistencia de sus muros y a la amenaza de
ruina. Para ello se contrató al cantero Pedro López, fiel seguidor del gótico
isabelino, para dirigir las obras. Sin embargo, fue a partir del año 1500 cuando el obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce impulsa
definitivamente las obras. La construcción se enmarcaba dentro del estilo
gótico tardío, de la época de los Reyes Católicos. Según los planos de está
catedral realizados por Juan de Aranda y Salazar antes de
demoler la Capilla Mayor en 1634, la construcción presentaba planta
basilical de cinco naves, la central más amplia que las laterales, con doce
capillas alojadas en los contrafuertes, según el modelo del gótico levantino.
Estas capillas se situaban: en el lado sur las de San Antón, Santa Catalina de
Alejandría, Quinta Angustia, San Nicolás, San Ildefonso, Jesús Nazareno y San
Juan Bautista. En el costado norte las de San Bartolomé, Juan Nuñez de Vargas,
la del Santísimo Sacramento, la del camarero Gonzalo de Castroverde y la de San
Benito. En estas capillas se encontraban enterrados algunos nobles, como, Ruy
Díaz de Torres, Señor de Villardompardo, que yacía en la de Santa Catalina, o
Carlos de Navarra, Conde de Cortes, que ayudó al rey Fernando en la reconquista
de la ciudad. Por su parte, la Capilla Mayor, que presentaba planta cuadrada,
se situaba en la cabecera.
El deán Martínez de Mazas, determinó que esta
catedral presentaba unas dimensiones de 185 pies (51,5 metros)de longitud por
116 (32,3 m) de ancho. La altura era de 27pies (7,5 m), en la nave central, y
18 (5 m) en las laterales. Por su parte el coro presentaba 53 pies (14,2 m) de
largo y 27 (7,5 m) de ancho.
La principal fuente de iluminación era el cimborrio, de forma octogonal,
ya que el lado sur era oscuro por abrirse a la muralla de
la ciudad. El cimborrio fue construido por el maestro Diego Martínez, y estaba
adornado por yeserías al estilo de los cimborrios toledanos, similar al que
todavía existe en la Iglesia de San
Andrés. El coro se desarrollaba a partir del propio cimborrio y en
el se adosaban diversos altares. La construcción presentaba una techumbre de
madera y contaba con un amplio patio similar al Patio de los Naranjos de la
catedral de Córdoba.
YLENIA MARTÍNEZ
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